A Silvia y Claudia Este dolor que no pasa como rayo que no cesa, del corazón tu alimento que vive en su aliento, y no pasa, no cesa, y tu nombre mi herida, come muerte de mi vida. Y quiero encontrarte, y besarte y hablarte, mi pasión y mi deseo, de mis dias triste apogeo. Y este dolor no pasa, y como rayo no cesa, tu ansiosa calentura, de mi sangre amargura. Como fuego lo inflamas, y como viento lo derramas, y duelen, en tanta ruina, tus ojos como espina. Tu nombre se vuelve come herida y se hace muerte de mi vida.
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