Octavio Paz en "El labirinto de soledad" habla del pachuco, un tipo de mexicano que vive en el extranjero, y en un pasaje de este libro en el cual describe el pachuco, reconozco exactamente la misma existencia de mi que vivo fuera de Italia.
"El pachuco ha perdido toda su herencia: lengua, religión, costumbres, creencias. Sólo le queda un cuerpo y un alma a la intemperie, inerme ante todas las miradas. Su disfraz lo protege y, al mismo tiempo, lo destaca y aisla: lo oculta y lo exhibe."
Al final viviendo en el extranjero acabas viviendo en una tierra de nadie, en un no-lugar. Una existencia irreal y casi virtual, en la que experimentas los recuerdos de un país que ya no es real y al cual ni siquiera quieres volver, como el pachuco, que no quiere volver a su origin y tampoco desea fundirse a la vida de la sociedad en la cual vive.
"El pachuco ha perdido toda su herencia: lengua, religión, costumbres, creencias. Sólo le queda un cuerpo y un alma a la intemperie, inerme ante todas las miradas. Su disfraz lo protege y, al mismo tiempo, lo destaca y aisla: lo oculta y lo exhibe."
Al final viviendo en el extranjero acabas viviendo en una tierra de nadie, en un no-lugar. Una existencia irreal y casi virtual, en la que experimentas los recuerdos de un país que ya no es real y al cual ni siquiera quieres volver, como el pachuco, que no quiere volver a su origin y tampoco desea fundirse a la vida de la sociedad en la cual vive.
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