
¿Quién era yo? Me pregunto ahora, al final de mi vida.
En realidad, fui muchos yo, pero siempre el mismo yo.
Esta es una respuesta que no alcanzo a dar.
¿Cómo puede haber una unidad en tantos momentos distintos, en los cuales yo fui siempre yo aunque era otros?
¿Es todo eso como lo inmaterial al componerse en lo material?
¿Es lo ininteligible al hacerse inteligible?
¿O es la voluntad de Dios, que quiere que cada vez suceda lo que debe suceder, para que tu corazón se incline hacia la dirección en la cual Dios te eligió (tu yo inmutable)?
De hecho, San Agustín dice
cum Deus vult fieri quod non nisi volentibus hominibus oportet fieri, inclinari eorum corda ut hoc velint
(DE PRAEDESTINATIONE SANCTORUM LIBER UNUS 20.42)
"Cuando Dios quiere que suceda aquello que no debe suceder sino con la voluntad de los hombres, sus corazones se inclinan para que lo quieran"
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